Extracciones de dientes

Esta imagen es un collage de diferentes personas. La parte superior izquierda es de una chica asiana caminando con su ayuda para caminar y ayudada por su hija El segundo es un disparo de una joven pareja caminando por las montañas durante un día frío y fresco. Ambos tienen una mochila y una botella de agua mientras tienen una aventura al aire libre. La imagen inferior es un retrato de una madre con su pequeña hija, que están sentados en el sofá en casa, mirando la cámara.

Nos gusta pensar que nuestros dientes durarán toda la vida. Tal vez sí, pero a veces tenemos que sacar un diente. Tus dientes te ayudan a comer e incluso definen la forma de tu cara, por lo que es comprensible que no deseemos las extracciones dentales.

Las limpiezas y exámenes regulares ayudarán a mantener tus dientes sanos, pero tu dentista podría recomendar sacar un diente debido a:

  • Caries o infección severa

  • Enfermedad periodontal avanzada (de las encías)

  • Un diente roto de manera que no se puede reparar con un empaste o una corona

  • Apiñamiento—frecuentemente para prepararte para frenillos

  • Muelas del juicio impactadas

¿Qué pasa durante una extracción?

Tu dentista puede extraer tu diente rápida y sin dolor manteniéndote cómodo. Te dará un anestésico local que adormece el área alrededor del diente que será extraído o un anestésico general que te hará dormir. La elección depende de la condición y la ubicación del diente involucrado y tu tolerancia al procedimiento.

Si el diente ha crecido recto, el dentista puede removerlo rápidamente. Si el diente está muy deteriorado, impactado o debajo de la línea de las encías, tu dentista cortará la encía para llegar al diente. A veces, hay que cortar hueso o tejido, o el diente puede necesitar ser cortado y removido en pedazos. Para extracciones más complicadas, el dentista podría necesitar usar puntos de sutura.

Después del procedimiento

Después de la extracción, tu boca puede estar adolorida e inflamada por unos días. Estarás en una dieta de alimentos blandos como yogur, helado, gelatina saborizada, etc. Medicamentos para el dolor de venta libre o recetados pueden aliviar la incomodidad, y una bolsa de hielo puede reducir la inflamación. Tomar medicamentos para el dolor antes de que el anestésico se desvanezca a menudo es útil para prevenir que el dolor comience.

A veces, sacar dientes es necesario para mejorar tu salud dental o física, pero la pérdida no tiene que ser permanente a menos que el diente extraído sea una muela del juicio o se quite para prepararse para frenillos. Tu dentista ofrecerá algunas opciones para reemplazar tu diente y que vuelvas a sonreír.